top of page

Durante estas actividades me sentí comprometida y, al mismo tiempo, un poco retada, porque cada trabajo requería organización, coordinación y poner atención en los detalles. Conforme fui avanzando, me di cuenta de que podía manejarlo y que cada paso me ayudaba a entender mejor lo que estaba aprendiendo. 

​

Emocionalmente, aprendí a tener más paciencia y a confiar más en mi capacidad para trabajar tanto sola como en equipo. También entendí la importancia de mantenerme constante y de cumplir con mi parte, porque todo lo que hacía terminaba aportando al resultado final. Estas actividades me enseñaron a manejar mejor la presión y a valorar el esfuerzo colectivo y personal.

​

Académicamente, pude reforzar temas importantes, comprender conceptos de manera más clara y relacionar la teoría con situaciones más prácticas. Cada actividad me ayudó a ver diferentes perspectivas, analizar la información con más cuidado y entender cómo se conecta todo dentro de mi formación

bottom of page